Son muchas las ventajas de tener un huerto urbano, crear huertos caseros que podemos tener en nuestra casa y que contribuye a numerosas ventajas y beneficios.
Cada vez es más común en nuestras ciudades la presencia en balcones y terrazas de pequeños huertos cultivados por los propios ciudadanos.
Se trata de una práctica muy extendida actualmente en torno al fenómeno de lo que se denominan huertos urbanos o huertos verticales y que ha tenido un rápido crecimiento social, sobre todo, en la última década.
El estilo de vida de nuestras sociedades ha hecho que perdamos poco a poco el contacto con la naturaleza. Una buena parte de la población mundial vive en centros urbanos donde la interacción con los recursos es mínima.
La construcción de este tipo de huertos, es una de las soluciones que se ha planteado para restablecer esa relación, así como para aumentar la conciencia de las personas sobre la necesidad de cuidar y preservar el medioambiente.
La idea es regresar a las prácticas del cultivo natural (ahora también llamado cultivo ecológico) y producir alimentos más sanos.
Cada vez son más las personas que se animan a construir uno en su jardín, en su azotea o en otra parte de su casa.
¿Qué necesito para tener un huerto urbano?
Para tener un buen huerto en casa debemos tener en cuenta algunos consejos prácticos y los mejores accesorios para huertos urbanos , así lo estaremos cuidando correctamente.
Además de un espacio con toda la luz directa posible, dependiendo del terreno del que dispongas podrás cultivar mayor cantidad y variedad de alimentos. Lo ideal es poder aprovechar una terraza o una azotea. Si no es posible, puedes organizarte para montar tu huerto urbano con nuestras mesas de cultivo en un balcón o frente a una ventana con bastante luz gracias a los huertos verticales y su disposición.
Actualmente muchos son los modelos de recipientes que puedes encontrar para llevar a cabo tu cultivo en casa, como los huertos en altura de diferentes tamaños, pero si cuentas con menos espacio puedes fácilmente utilizar diferentes macetas o un huerto vertical, y para plantar las semillas con cualquier recipiente pequeño (los de los yogures son ideales para esto) puede servir.
En cuanto a la tierra, lo ideal es comenzar con un buen sustrato vegetal y abonos orgánicos, para fomentar el reciclaje y porque así la calidad de la verdura u hortaliza es mejor.
Para el riego, se puede hacer de manera manual o más adelante poner un sistema de riego automático, sobre todo para cubrir también las épocas en las que no estemos en casa o nos vayamos de vacaciones. Además podemos incorporar un sistema de alumbrado led para jardín a nuestro huerto, que lo dotará de una elegancia única en las noches.
¿Cómo se distribuyen las plantas en un huerto vertical?
La ventaja del huerto vertical, en escalera (o de Nikole) es que se mejora la luz que puede recibir cada planta , pero sacrifica una parte de la máxima cantidad posible sustrato que tendría una jardinera de las mismas dimensiones rectangular.
La ubicación del huerto correcta debería ser siempre en un lugar a pleno sol durante la mayor parte de horas del día, generalmente al sur es la mejor localización, especialmente si queremos plantar en él las hortalizas reinas del huerto de verano (tomates, pimientos y berenjenas).
¿Qué beneficios tiene uno en casa?
Estos huertos son espacios que dedicamos al cultivo de alimentos por nuestra cuenta y de forma natural, es decir, sin llevar a cabo prácticas como las de la industria convencional, como por ejemplo el empleo de sustancias químicas o de fertilizantes.
Estimula el autoconsumo: Los huertos urbanos no solo son una tendencia. Cuando se asumen como un proyecto a largo plazo, pueden convertirse en una vía para el autoconsumo de alimentos. Además de la satisfacción personal que esto genera, contribuimos a disminuir la oferta de alimentos que se producen bajo la lógica del consumo masivo.
Mejora nuestra relación con los entornos: Gracias a un huerto urbano, conocemos de cerca los ciclos naturales de la tierra y las condiciones propias de nuestro entorno. Al hacerlo, fomenta en nosotros el respeto hacia el medioambiente y la necesidad de conservar los recursos que usamos día a día.
Promueve prácticas sostenibles: Al ser nosotros mismos los encargados de gestionar y mantener el huerto, podemos multiplicar las prácticas sostenibles que algunas empresas u organizaciones ya ponen en marcha para conservar el medioambiente y el equilibrio planetario.
¿Qué aprenden los niños con esta modalidad de huertos?
Al construir un huerto urbano en casa también podemos reservar una zona para un huerto infantil ya que, tiene muchos efectos positivos en los niños. Veamos algunas de sus ventajas para los más pequeños:
Aprenden sobre la naturaleza en contacto con la realidad, tocando la tierra con las manos, oliendo, observando… algo que es fundamental para los niños. Se despierta la imaginación porque es un proceso muy dinámico. Cada cosa que pasa da lugar a una pregunta, a una nueva experiencia.
Adquieren responsabilidades: A esta edad ya podemos encomendarles tareas fáciles como regar las plantas (si tienen una regadera de su tamaño, mucho mejor). Ver cómo crecen las plantas que ellos mismos han cultivado les hará sentirse orgullosos de sí mismos, les enseñará que, con paciencia y dedicación, se obtienen muy buenos resultados y, también, que algunas veces las cosas no salen como planeamos.
Menos tiempo de tele: Trabajar con plantas es relajante y produce bienestar. Disfrutar de un tiempo de huerting con los peques no solo nos sirve para comunicarnos y estrechar lazos; también nos quita un rato de “peligros caseros” como demasiada tele o videojuegos.
Comen mejor: Las frutas y las verduras son de los alimentos más rechazados por los niños, pero pueden volverse los más divertidos si se trata de comerse una ensalada con una lechuga plantada por ellos mismos.